sábado, 30 de junio de 2007

Eran otros tiempos, era otra la historia...

Hola a nuestros queridos lectores del blog y oyentes de 4 EN EL FONDO:

Antes de empezar con el siguiente texto les deseo que ¡disfruten de un gran fin de semana!

La intención de la nota que voy a desarrollar es que se fijen las diferencias entre el fútbol actual y el de los viejos tiempos.

Los hechos de violencia que se desataron en los últimos años opacaron y opacan la escencia del deporte. Manchan con sangre la emoción de gritar un gol en paz.

Lo ocurrido la semana pasada, en aquella batalla campal que se produjo durante y después del partido de vuelta de la promoción entre Nueva Chicago y Tigre (ganó el Matador 2-1 y ascendió a la Primera división) ya fue comentado por todo el mundo.

Por cierto, en este sitio mis compañeros del programa y amigos Jorge Gonzalez y Guillermo Lera escribieron textos muy interesantes sobre el tema de la brutalidad en el fútbol. De paso, les aconsejo que los revisen y opinen.

Ahora bien, hace unos días leí un informe del diario Clarín (de la edición del martes 26 de junio de este año) en el que se repasaba la producción de la Selección Nacional en la historia de la Copa América. Argentina y Uruguay son los más ganadores en este tipo de competencia ya que acumulan 14 trofeos cada uno, mientras que Brasil suma siete títulos.

Y en esa nota, además, se recordaba detalladamente el primer torneo logrado por nuestro país, que fue en 1921, en Buenos Aires.

Dos situaciones me llamaron la atención a medida que mis ojos interpretaban las palabras de la colorida página. Por eso mismo, las quiero compartir con ustedes. Veamos...

En primer lugar, me sorprendió la exquisita manera de expresarse de un jugador argentino, Pedro Calomino, crack de Boca, wing derecho y técnico en la cancha, quien después de la victoria en la final (1-0 ante el conjunto uruguayo), declaró:

"Ha sido un match excelente, lleno de incidencias agradables y donde fue dable observar en cada acción la inteligencia de los jugadores, cuyos esfuerzos, redoblados por el entusiasmo y la colaboración especial de cada equipo en este certamen, contribuía a dar a la lucha contornos que no reúnen todas las justas internacionales"
.

Imagínense a cualquier jugador de la actualidad hablar así. Seguramente nos sorprendería a todos, ¿no?

El segundo punto que quiero destacar de la nota tiene relación con la descripción del escenario de la época en la que la violencia no era protagonista en el deporte:

"... una foto revela que la gente iba vestida de saco, corbata e infaltable sombrero. No había alambrado ; sí apenas unos pequeños postes blancos, separados por dos metros y unidos por una soga, apartaban el campo de juego del público. También algunos policías...".

Les pido que piensen en la masacre que hubo en el encuentro entre el Torito de Mataderos y Tigre o en cualquier otro episodio.

Las conclusiones salen solas...

"Eran otros tiempos, era otra la historia, no había medallas, sólo hambre de gloria. Sólo se jugaba por la camiseta, como en el potrero, taquito y gambeta..."

Por Pablo Medina

1 comentario:

Anónimo dijo...

Thanks :)
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