La derrota de la Selección argentina por 3 a 1 frente a Brasil dejó muchos temas para debatir. Entre ellos, la falta de identidad en el juego del conjunto nacional, las fallas defensivas, la poca contundencia en el ataque, los problemas de conexión entre el mediocampo y los delanteros, la discusión por contar o no con un "nueve" de área, la influencia del público en la cancha de Rosario Central, los cambios en el once inicial para visitar a Paraguay y las numerosas explicaciones del bajo rendimiento de Lionel Messi en el equipo albiceleste.
Asimismo no resultó extraño advertir que en los canales de televisión, en las radios y en los diarios se volvió, de alguna manera, a la escuela primaria, ya que, a falta de tres fechas para el final de las Eliminatorias, se empezó a usar la calculadora para hacer cuentas en la tabla de posiciones y, en consecuencia, pronosticar posibles y distintos resultados de los rivales directos (Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela) que puedan favorecer al elenco que conduce Diego Armando Maradona para obtener el pasaje al Mundial de Sudáfrica 2010.
Sin embargo, y a pesar de que desfilaron unos cuantos puntos de reflexión, no me pareció ver, escuchar o leer el análisis de la relación periodismo-futbolistas o periodismo-director técnico.
¿A qué me refiero con esto? Considero que en la semana previa al encuentro ante Brasil hubo una exposición desmedida de los jugadores argentinos y del entrenador en la TV. No creo conveniente que hasta apenas unas horas antes de comenzar un encuentro se les siga haciendo notas a los protagonistas, cuando ya hablaron de lo mismo en reiteradas oportunidades.
Por cierto, ¿qué más puede decir un defensor, un arquero o un goleador a falta de 45 minutos para que empiece un partido? A partir de aquí surgen dos conclusiones:
1. En primer lugar es evidente que los medios masivos de comunicación necesitan sobremanera de la palabra del protagonista y, a su vez, se desviven (varias veces deslealmente) por tener primero la entrevista en vivo o en exclusiva y así dejar en off-side a la competencia de turno.
2. En esta cuestión que planteo también tienen responsabilidad los jugadores y el entrenador, ya que ellos obviamente cuentan con el derecho de decir que "no". El problema es que no lo hacen. Seamos sinceros, a la mayoría les fascina ir a los programas o salir en las tapas de los periódicos, ¿o no?
Durante las jornadas de entrenamientos de la Selección en el predio de Ezeiza, que anteceden a un partido de Eliminatorias, hay días en los que la prensa tiene acceso a cubrir la práctica y luego asistir a una conferencia, en la que hablan dos o tres jugadores (elegidos por el cuerpo técnico o incluso por el mismo plantel) y además hay un día especial en el que las declaraciones pertenecen solamente al entrenador.
Igualmente en este caso, la atención que reciben los periodistas, se intuye, no es suficiente porque al término de cada conferencia es muy común ver a algunos cronistas que intentan y generalmente logran hacer notas "mano a mano" o un móvil con el futbolista que acaba de hablar para todos hace instantes, ¿me explico? A nivel periodístico, ¿sirve?, ¿es necesario?
Con ese critero, entonces, no habría que organizar más conferencias, si después cada notero va a intentar realizar notas en exclusiva. Eso sí, el camino hacia el jugador que cada uno desea entrevistar será una verdadera "carnicería", (recuerden, por si no lo saben, que en un entrenamiento a nivel de Selección suele haber más de 100 periodistas).
Les propongo dos circunstancias que se dieron en los últimos días (relacionadas con el seleccionado argentino) y que le dan un cierre al concepto que fui desarrollando en estas líneas. De esta manera ustedes terminarán de formar sus opiniones y, si quieren, podrán compartirlas en el blog:
1. El viernes 4 de septiembre de 2009, un día antes del clásico con Brasil, el canal Fox Sports hizo un móvil en vivo desde Rosario con Maradona, quien había llegado a Santa Fe hace minutos y quien, vale aclararlo, había dado una conferencia de prensa ¡24 horas antes!
2. Para no quedarse atrás, la producción de Gol de Medianoche (TyC Sports) arregló para ese viernes, pero en horas nocturnas, un móvil en vivo con el DT de Argentina. Los conductores del programa, Gastón Recondo y Marcelo Palacios, lo entrevistaron durante varios minutos, a tal punto de que Maradona hizo la seña de "cortenlá, me tengo que ir a dormir". Y por lo tanto Martín Arévalo, enviado especial que estaba junto a Diego en el hotel, se dio cuenta de la situación y se encargó de finalizar la charla. Para colmo, ESPN habló con el ídolo de Boca en la tarde misma del partido.
¿Hace falta perseguir así a los jugadores o técnicos?, ¿es tan importante insistir una y otra vez en las declaraciones previas a un encuentro?, ¿acaso no son más jugosas las palabras luego de los 90 minutos?
Con todo esto no quiero justificar al conjunto argentino. En absoluto. Obviamente hay errores (cuestiones tácticas y ausencia de un estilo de juego definido) que deben corregir los futbolistas y el entrenador. De eso no hay dudas. Pero estoy seguro de que el equipo no se concentró como debía hacerlo, y justamente por pasear de un canal a otro. Tanto Maradona como sus dirigidos no se mentalizaron correctamente ante un desafío de la altura de Brasil. A lo mejor este punto puede ser un factor que influya (o no, por algo son profesionales). Lo cierto es que afuera se habló mucho, mientras que adentro (del campo de juego) se demostró muy poco.
A veces es mejor resolver los problemas en la intimidad, sin operar con el micrófono, aun cuando el pedido resulte anti natural para los periodistas. De hecho, quien les escribe también es periodista.
Por Pablo Medina
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